Con sus intensos aromas y textura suave, este vino es una excelente elección para una amplia variedad de maridajes que realzan sus características. Su afinidad con quesos maduros radica en la fortaleza de los sabores que ambos aportan; quesos como parmesano añejo, gouda o manchego resaltan las notas de frutas negras maduras, vainilla y café del vino.
Cuando se trata de pasta, este vino se complementa especialmente bien con platos que incluyen salsas robustas, como un ragú de carne, boloñesa o una cremosa salsa de champiñones. Los toques de chocolate del vino brindan un contraste exquisito con estas salsas ricas, mientras que su acidez ayuda a equilibrar sabores grasos y especiados.
Para carnes rojas, es ideal para cortes como ribeye o solomillo, ya que la suavidad y el largo final del vino complementan sutilmente la jugosidad y profundidad de sabor de la carne. Las carnes a la parrilla o asadas potencian las notas de fruta madura del vino y los sutiles toques de chocolate y café, creando una experiencia de degustación armoniosa y equilibrada.
Temperatura ideal: 17 °C
