Nuestra historia está intrínsecamente relacionada al país que nos vio nacer hace más de 70 años: Chile.
Por un costado, en Chile se impone la vasta cordillera de Los Andes, y por el otro el enorme Océano Pacífico. Por el norte acoge al desierto más árido del mundo, y por el sur maravillosos glaciares. Estas barreras naturales determinan microclimas muy especiales, que junto a virtuosas tierras y el esforzado trabajo de tantas personas, dan vida a un verdadero paraíso vitivinícola.
Viña Maipo lleva su nombre en honor al valle en el que fue fundada en 1948: el Valle de Maipo, conocido por haber sido cuna de los vinos más reconocidos del país. Desde entonces, busca imprimir en cada uno de sus vinos la pasión que sienten los habitantes del pueblo de Maipo por el cuidado de la tierra y sus costumbres. Es ese mismo espíritu el que inspira la leyenda y nuestro trabajo diario.
Con el ímpetu innovador que nos caracteriza, Viña Maipo ha ido creciendo hacia nuevas tierras igualmente prodigiosas, buscando la mejor expresión, estilo y aroma de cada variedad. Hoy se abren 2 mil botellas de Viña Maipo por hora, en los más de 50 países en los que estamos presentes. Y queremos seguir recorriendo territorios, para poner un pedazo de Chile en el mundo ofreciendo un vino honesto, delicioso, amigable, afrutado y fácil de tomar a quien quiera disfrutar de él.
Creemos en un mundo donde lo que hacemos es tan importante para las personas como para el planeta Tierra. Por lo tanto, nuestra responsabilidad no es solo hacia la alta calidad de nuestros vinos, sino también hacia la naturaleza que nos rodea. Porque como productores de vino, sabemos que cada pequeño o gran detalle es importante a la hora de elaborar el vino perfecto.