Este vino es un excelente acompañamiento para diversos tipos de alimentos, añadiendo profundidad sin dominar el plato. Combina maravillosamente con carnes blancas como pollo, pavo o solomillo de cerdo, especialmente cuando están condimentadas con hierbas o especias suaves. Los sabores de frutas rojas del vino realzan el sabor natural de las carnes, y su toque ahumado agrega una capa adicional a los platos asados o a la parrilla.
Con pasta, este vino se adapta bien a salsas a base de tomate y a salsas cremosas. En salsas de tomate, las notas de cereza y bayas del vino complementan la acidez del tomate, mientras que su textura suave equilibra la intensidad de la salsa. Las pastas cremosas, como Alfredo o con salsas de queso suave, también son un gran maridaje, ya que la jugosidad del vino contrarresta la riqueza para lograr un bocado más equilibrado.
Con quesos maduros como cheddar añejo, gruyere o asiago, este vino es una combinación perfecta. Los intensos sabores del queso se equilibran con el perfil suave y afrutado del vino, mientras que sus tonos ahumados realzan aún más los sabores del queso, creando una experiencia deliciosa y sofisticada.
Las carnes rojas magras, como filete mignon o solomillo, cocinadas al horno, también combinan bien con este vino. El asado al horno resalta los sabores naturales y la jugosidad de la carne, que se alinean perfectamente con el final jugoso y persistente del vino. Los toques ahumados del vino complementan el ligero dorado de la carne, ofreciendo una experiencia equilibrada y elegante que resalta tanto el vino como el plato
Temperatura ideal: 17 °C